jueves, 20 de mayo de 2010

Conjugación de los verbos

Los idiomas tienen una lógica implacable que no hace más que demostrar que todos y todas somos construcciones culturales y que esa construcción está hecha con palabras.
Ahora bien, en cualquier idioma, en cualquier continente con esto de la globalización, está claro que si se conjuga el verbo comprar, el paso siguiente será el verbo pagar. Pocas conjugaciones más desagradables que esa, tal vez sólo comparable al verbo “manipular”.
Y aquí viene lo que me enfurece: época de campaña.
En épocas de campaña, me siento furiosa siempre, debido al odio que siento por la manipulación. Me violenta ver a candidatos abrazando viejitas de la tercera edad ante las cámaras y cuando dejan de ser grabados, prácticamente sueltan a la vieja al suelo, o se la sacuden como si fuera una pelusa que ensucia su atuendo.
Tampoco resisto la burda pelea por apropiarse de “temas” recién descubiertos, como si las minorías sexuales, de género o etnia, no llevaran añares en la búsqueda de espacios de debate donde poder exponer sus problemáticas, donde ser oídos con respeto y rebatidos o apoyados con dignidad.
Para qué decir cuando se apropian de la manida frase “vocación de servicio público”, cuando les hemos visto mas vinculados a la privacidad del bolsillo personal. Quisiera ver candidatos fuera de campaña dando un par de horas al jardín infantil con hijos de madres drogadictas de Lo Hermida o La Pintana, o una mañana leyéndoles a los ancianos del Hogar de Cristo, o repartiendo frazadas y víveres tras un temporal.
Considero una agresión esa búsqueda de pobres para fotografiarse sonrientes, cuando suben la ventanilla del auto y ponen seguro en las luces rojas, si llegan a divisar de lejos un niño con hambre, o un par de jóvenes temblando de frío por la noche. Tal vez sean los mismos que insultan travestis en la esquina, o se ríen de las prostitutas que decoran friolentas las calles nocturnas.
Siento rabia de que me crean idiota, que cuenten con la incultura cívica, que crean que soy parte de una masa que desconoce la conjugación de los verbos, que me “vendan” algo que sólo yo tendré que pagar.
Como todos y todas, espero, yo veo las trayectorias de vida, las consecuencias de sus actos, su quehacer. Su real escala de valores, dónde estaban cuando se violaban los derechos humanos, dónde en los terremotos y desastres naturales, (no soporto cuando se refieren a "lo que los chilenos quieren", porque me aterroriza pensar que ellos o ellas no se sienten`parte del ser chilenos),dónde cuando hubo que alzar la voz ante la injusticia, porque sé así dónde estarán cuando haya que reconocer y corregir un error, cuando yo, ciudadana común, necesite que el gobierno me defienda.
En épocas en que aún no se olvidan de que la campaña terminó, no se puede descuidar la conjugación de los verbos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario